Las cosas que se vomitan.

Pues observando el mundo uno puede notar esas cosas que se comen, esas cosas que se beben, esas cosas peligrosas, o esas cosas que simplemente se tienen que vomitar; Las cosas que se vomitan no necesariamente tienen que ser comidas y bebidas (o alcohol) en ocasiones se vomitan ideas, otras veces se vomitan sentimientos, muchas veces se vomitan palabras y esas tienen a ser las peores que se puedan escuchar, ya que tienen un sabor ácido y descolorido descompuesto por la bilis, esas palabras vomitadas tienden a ser la mayoría de las veces repudiadas por la sociedad.

Me encantan las ideas que se vomitan de repente, al contrario de las palabras que son repugnantes las ideas son extrañas, confusas en ocasiones mezcladas con unidades muertas o residuos de otras ideas superpuestas de forma continua en el paso del tiempo.

Los sentimientos que se vomitan pueden ser ambiguos de dos tonalidades, dependiendo el que se vomite, si es ira puede ir acompañado de movimientos musculares contra la persona a la cual se vomita, pero si se vomitan sentimientos “puros” puede ser complicado entenderlos, porque posiblemente se mezclan con las cosas nuevas y las cosas viejas, con lo visceral y lo sublime.

A la hora de vomitar cosas yo siempre preferiré vomitar conocimientos, los cuales al final del día posiblemente no molesten a nadie.