domingo, abril 23, 2006

Alcohol, cigarrillos y un viejo bar

Son aproximadamente las once u once y treinta de la noche y me alisto para salir, ¿a qué lugar? No sabría decirlo.

Suena una música estridente desde afuera y entre sombras pueden verse las personas bailando o tratando de hablar.

¿Cuanto es la entrada caballero? Con mirada extraña me contesto cinco mil pana con derecho a dos cervezas o un trago nacional.

Siempre es igual en todos los locales creo yo, dos cervezas o un trago nacional, si es ron seguro será cacique o pampero, y hablar de whisky seguramente será un BAT 69, que porquería, resignado uno cancela el precio y entra.

Una humareda enorme de cigarrillo golpea tu cara y sumido en letargo extraño entras a una parte de el mundo nocturno, tres mujeres solas hablan en la barra, unas cuantas parejas dispersas se besan o sonríen en mesas retiradas donde hay poca luz, pretendiendo con esto tal vez encontrar a sus parejas más atractivas o menos feas. Salsa o merengue suena en las cornetas invitando a los oyentes a bailar, unos cuantos fracasados (tal vez emulando mis acciones al momento de salir) se sientan a beber o de pie ven a las mujeres bailar.

El disco que suena es el mismo que sonaba hace cinco años en discotecas o locales como este, las mismas mezclas… sonriendo veo a una mujer bailar la cual devolviéndome la sonrisa se pone a girar, luces de posible neon giran en disposición a la música y dos a o tres veces las estroboscopicas hacen su efecto, seguido por los del alcohol o los del cigarrillo.

Observando que has perdido tu dinero en balde pides tu trago nacional, y asqueado de lo que suena, lo que huele y lo que se ve dejando sin fondo el trago es mejor largarse de ahí.

Recordando por una u otra razón lo asqueroso que es ir a una discoteca en Venezuela.

3 comentarios:

pino dijo...

Aquí mi piramide, y no me refiero a la que quedaba en el centro, ése era un buen sitio.

valencia: nunca me gustó, aún no me gusta y creo que nunca me gustará.

Música Bailable; pues, no pertenesco a ningun lado de la ecuación que la define, a la final por más que lo intente siempre será ruido en mi cabeza.

Discotecas: Salvo muy, pero muy contadas excepciones vienen siendo jaulas a las que no suelo entrar.

Ahora bien, si sumamos Valencia+Música Bailable+discotecas: Gracias a dios que no vivo en valencia.

Prefiero los bares, los antros, los tugurios.

Anónimo dijo...

pero...que cagada de blog!!!!! Dios.

Se nota que ya no te la pasas conmigo, amiguito!!!

heheh, saludos, perra.

ela dijo...

eeeeee xxxxx aaaaa ccccc ttttt ooooo!